Nuestro anfitrión, Suryalila Retreat Centre, se sitúa en el corazón de Andalucía. El complejo, antes conocido como “La Fábrica”, fue una productiva granja de aceite de oliva y productos lácteos durante el siglo pasado. Los cambios en la industria agrícola propiciaron su cierre. La dueña y fundadora de Suryalila, Vidya Heisel, creó Danyadara como asociación sin ánimo de lucro para cuidar del terreno y honrar su legado.
Las instalaciones centrales de Suryalila se sitúan en la cima de un valle orientado al Noroeste. Las vistas son hermosas y se expanden en todas direcciones, aunque los campos agrícolas colindantes muestran los efectos desoladores de la agricultura industrial. Estamos muy cerca de parques naturales protegidos , siendo punto de conexión entre los ecosistemas de la costa y la montaña. Nuestra localización está en la ruta de aves migratorias así que en nuestro cielo aparecen muchas aves que cuentan con nuestro terreno para reabastecerse de comida y hallar cobijo temporal. En la distancia, el Pueblo Blanco de Prado del Rey descansa a los pies de la Sierra de Grazalema.
Septiembre y Octubre es la estación de aceitunas y, en Danyadara, empleamos antiguas técnicas de recolección en una selección de nuestros olivos centenarios. Los equipos agitan las aceitunas para que caigan sobre una red y las seleccionan a mano. Tras ser procesadas en una prensa local, proporcionan aceite de oliva virgen a nuestra cocina durante todo el año.
Los olivos han sido un motor de la economía andaluza y española durante siglos. Su relación con esta tierra está documentada desde tiempos ancestrales. Es gracias a los olivares que Suryalila y Danyadara existen hoy en día. Aunque ya no utilizamos las piedras de granito o las urnas de cerámica utilizadas en La Fábrica, siguen siendo parte de nuestro paisaje y nos honra ser parte de este legado.