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18 meses de preparación

Fue hace justo un año que marcamos el terreno que se convertiría en el bosque comestible de Danyadara, y hace 18 meses que presentamos nuestro plan a José, el conductor del tractor, que se reía cuando le enseñamos el diseño en curva de las líneas de plantación. Quizá pensó que estábamos mal de la cabeza: después de una vida entera trabajando estos campos, él nunca había visto un patrón de cultivo en línea clave, pero dibujó la parcela a la perfección con su tractor.

Según hablábamos con José de agua, lluvia, sequía, y de cómo la naturaleza nunca planta nada en línea recta, nuestra convicción iba creciendo. Le contamos todo lo que sabemos acerca del patrón de cultivo en línea clave y cómo permite que el agua de lluvia se distribuya más equitativamente en la parcela, en lugar de caer hacia el valle y perdiéndose por el camino.

El resto es historia: pasamos un año diseñando y cultivando. Hicimos una recaudación de fondos (gracias!). Nos organizamos bien y ahora, en diciembre de 2017, José y su hijo Manuel están de vuelta en el campo, arándolo por última vez. Hemos comenzado nuestro bosque comestible.

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Cultivo de cobertura

Arar el suelo después de cada cosecha es devastador para la salud del terreno y su capacidad de funcionar. El terreno en nuestra parcela estaba muy compactado y lo aramos por última vez para abrirlo y plantar diversos cultivos de cobertura, que adquirimos en el vecino pueblo de El Bosque.

Es importante recordar que trabajamos con un suelo que se ha degradado durante décadas de agricultura industrial. Se puede pensar en el cultivo de cobertura como en un kit de primeros auxilios para suelo degradado. La cobertura proporciona descanso y protección del sol y del viento, al tiempo que comienza el proceso de resucitar el suelo, incluyendo biodiversidad y permitiendo que otras especies tanto vegetales como animales se acerquen al terreno.

Estuvimos comprobando la previsión del tiempo diariamente para asegurarnos de que plantábamos justo a tiempo para que la lluvia nos ayudase. Ocurrió justo así. Como si los Dioses de la Agricultura hubieran estado prestando atención, la lluvia cayó en nuestro campo justo pocas horas después de que José y Manuel hubieran terminado de plantar todas las semillas del cultivo de cobertura. ¿Alguien hizo alguna danza tribal? (Si alguien conoce alguna, que continúe…)

La lluvia nos dio un incentivo para celebrar, pero la gran tarea aún estaba por completarse: plantar 5000 árboles.

 

5000 árboles

Los 5,000 árboles pioneros fueron seleccionados por su capacidad de soportar las durísimas condiciones climatológicas, tanto de temperaturas como de falta de agua, que ocurren en esta zona de Andalucía. Trabajamos de sol a sol durante una semana, pero estamos orgullosos de celebrar que tenemos un bosque comestible en estado de infancia, listo para hacer historia. 

No hay nada como la sensación de plantar miles de árboles, a mano, escavando el terreno, sabiendo que esos seres vivos crecerán fuertes y seguirán allí incluso después de que nosotros nos hayamos ido. Gracias a la dedicación y el amor de la gente que nutre este proyecto, el futuro ya es distinto.

A fecha de la publicación de este artículo, estamos aplicando capas de compost y materia orgánica. Aún tenemos una gran tarea entre manos.

 

¡Esto es gracias a nuestra comunidad!

Todo lo que estamos haciendo no habría sido posible sin el apoyo de nuestros patrocinadores, donantes y colaboradores. Os damos las gracias desde el fondo de nuestro corazón por vuestra fe en Danyadara y vuestras generosas donaciones al comienzo de un cambio en este terreno.

Sigue nuestro progreso en @danyadarapermaculture

 

(El vídeo es obra de nuestra voluntaria Christie M)

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